martes, 29 de septiembre de 2009

Sus escrituras

Y si... las melenas tienen una particular dependencia con las letras.
Cuando vacilan, cuando se las ve ensimismadas, es porque están a punto de perderse en las palabras.
En un principio, se agobian con todas ellas como si fueran una masa pegajosa que no las deja en paz. Apenas respiran.
Se adhieren al pensamiento de las melenas, las palabras, perdiendo así todo sentido, si es que alguna vez lo tuvieron.
Luego, cuando logran una relativa independencia de ese estado penoso, se sirven de lo primero que encuentran para escupir frases como si intentaran librarse de un monstruo.
Llenan hojas en cantidad con esas palabras, con esas ideas viscosas.
Luego sienten alivio, un gran y placentero vacío se apodera de ellas.
Y suspiran.

sábado, 13 de diciembre de 2008

El retorno de las melenas

Las melenas suelen ensimismarse hasta casi llegar a desaparecer. Cual esferas (a pesar de ser tan cuadradas), pueden contraerse tanto que reducirse a un mero punto parece posible. Esta resulta ser la única forma de la cual disponen las melenas para poder al menos tolerar ese mundo del cual tanto temen: de vez en cuando se recluyen para dedicarse a menesteres misteriosos.
Cuando retornan, nunca dejan de encontrar un mundo en todo parecido al anterior, pero diferente. Alguna cosita movida de lugar, algún detalle que falta, un color menos para percibir.
A pesar de estar acostumbradas a este movimiento de reclusión y retorno, nunca dejan de soprenderse cuando vuelven. Es que las melenas preferirían que ese mundo del cual tanto temen hubiera permanecido igual.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Las melenas siempre andaban con cuidado y evitaban todo tipo de conflicto. Introvertidas, nunca se inmiscuían en la contradicción y siempre asentían. Solían tener todo su día programado, y si por uno de esos avatares irrumpía lo inesperado, con angustia volvían a sus casas aguardando que el nuevo día las devolviera a la comodidad de la rutina.

Por lo que escuché, eran de pasos cortos y muy dubitativas... no pasaban un límite, y no avanzaban hacia ningún lugar desconocido si no tenían a mano un plano con claras indicaciones. ¿Debe ser por eso que sus bosques siempre fueron tan pequeños y delimitados?

Si bien es cierto que las melenas solían frecuentar algunos rincones oscuros, no permanecían allí más de lo indispensable.
Evitaban todo tipo de contacto y sabían recluirse en sus rígidos caparazones. Cuando una melena se encontraba con otra, podían pasar horas sin que la menor cosa sucediera.

Es un misterio aun, si las melenas y las tortugas fueron la misma metamorfosis, si las melenas son el antepasado de las peladas...
Aunque quizá, este dato no sea demasiado relevante, ni cambiaría demasiado las cosas...

(Con Daro)

.............. Sus músicas

De las melenas, suele contarse que no conocieron de melodías, a excepción de unas pocas esquepas de las que queda algún rastro en ciertas leyendas.
Según estas últimas, las melenas cada algún período de tiempo (quizá ligado a costumbres, creencias, o a algún antiguo calendario perdido) realizaban pequeñas reuniones que duraban algún tiempo ¿quizá horas? Se dice que allí, aunque no pueden quedar testigos ni pruebas de esto, las melenas cantaban a gritos sus temores con la esperanza que éstos cesaran al comenzar el nuevo día.
Imagino que tales rituales no fueron fértiles para las melenas, al menos hasta metamorfosis posteriores...
Seguramente durante las esquepas, transcurrían los únicos momentos en que las melenas se enteraban que no estaban solas.


Sobre su relación con las peladas, es altamente probable que compartan un antepasado común. Según ciertos estudios arqueológicos, etológicos y astrológicos, parece desprenderse la conclusión de que ambas, peladas y melenas, alguna vez fueron tortugas. Sin embargo, a partir de allí se presume que sus caminos (hasta nuevo aviso) se separaron: mientras las peladas fueron sirenas, no sé encuentra aún eslabón intermedio para las melenas.
Algunos dicen que vagaron por desiertos tantos siglos que resulta difícil concebir la suerte de martirios que sufrieron las melenas hasta adquirir su forma actual. Otros las relacionan con el nacimiento de la religión. Según mis informes, ni lo uno ni lo otro puede resultar exacto; las melenas carecen de interés suficiente en las cosas como para registrar el dolor o inventar Dioses.

(Daro)

....Sus memorias

Las melenas presentan la particularidad de no poseer ningún tipo de recuerdo. Es por esto que de su pasado sólo podemos anoticiarnos por leyendas y rumores que, a pesar del paso del tiempo, contienen una importante cuota de verdad.
Se dice que una melena intentó una vez construir los mitos de las melenas. Pero como semejante tarea no podía ser llevada a cabo en sólo un día, al día siguiente la melena había olvidado su propósito, por tanto la tarea quedó inconclusa.

(Daro)

...Sus angustias
Las melenas son muy propensas a angustiarse. No sé sabe si esta propensión es la que las hace ser tan temerosas, o si por el contrario es el hecho de ser tan temerosas el que las hace tan propensas a angustiarse. ¿Tienen miedo porque se angustian o se angustian porque tienen miedo? Sea como fuere, lo cierto es que en sus vidas son muchos los momentos de temor y de angustia, o de angustia y de temor.
Timoratas (aunque sean ateas), caminan encogidas y mirando para los costados, siempre alertas ante la posibilidad de que un peligro las aceche. Ese peligro, aunque suele cobrar muchas formas, en general suele ser la Vida (ay, qué decir de la Vida, siempre caprichosa y más que predispuesta a molestar a las melenas).


(Daro)